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¿Puede ser sostenible el etanol?

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El etanol, o alcohol etílico, es una molécula polivalente y respetuosa con el medio ambiente que puede utilizarse para diversas aplicaciones. Sirve como disolvente para procesos industriales, como desinfectante en entornos sanitarios y como materia prima para la industria alimentaria. El etanol también es un ingrediente clave en una amplia gama de bebidas alcohólicas, como el whisky, el ron, el vodka, la ginebra, el brandy y los licores de crema.

Beneficios del etanol para la sostenibilidad

Una de las principales ventajas del etanol para la sostenibilidad es que se trata de un recurso renovable. El etanol se produce fermentando y destilando cultivos como cereales, caña de azúcar, remolacha azucarera y frutas. Estos cultivos pueden cultivarse y cosecharse año tras año, proporcionando una fuente sostenible de etanol que no agota los recursos finitos del planeta. Además, varios productos residuales de la producción de etanol pueden utilizarse en prácticas agrícolas sostenibles. Algunos ejemplos son los piensos y los fertilizantes.

¿Qué es el etanol de segunda generación?

El etanol de segunda generación se obtiene a partir de los residuos de la producción de etanol de primera generación. Esta forma de producción de etanol suele considerarse más sostenible que el etanol de primera generación, ya que se elabora a partir de un producto de desecho. El uso de residuos también puede aportar beneficios económicos al crear nuevos mercados para los productos de desecho y reducir la dependencia de una economía de los combustibles fósiles.

El etanol 2G sigue siendo una tecnología relativamente nueva, pero tanto su producción como su demanda están aumentando rápidamente, ya que empresas y gobiernos ven en él la promesa de un futuro energético más sostenible y diversificado.

Cogeneración y energías renovables

Las destilerías donde se produce etanol de segunda generación también suministran energía a la red mediante un proceso denominado cogeneración, que consiste en la producción simultánea de electricidad y calor. Este proceso consiste en utilizar el calor sobrante generado durante la producción de etanol para generar electricidad, que luego se vierte a la red. El calor residual capturado también puede utilizarse para otros fines, como calentar la destilería de etanol o suministrar agua caliente. Algunas destilerías también utilizan fuentes de energía renovables, como paneles solares o turbinas eólicas, para generar electricidad y verterla a la red.

Impacto positivo en las comunidades locales

La electricidad generada por el sistema de cogeneración suele venderse a la comunidad local, y la producción de etanol puede tener otras repercusiones positivas en las comunidades locales. La mayoría de las destilerías se abastecen localmente de sus ingredientes. Además de reducir las emisiones derivadas del transporte, esto también proporciona ingresos a los agricultores locales. Además, la mayoría de las destilerías tienden a dar prioridad a las prácticas sostenibles, como la reducción del consumo de agua y la generación de residuos.

Conclusión

En conclusión, el etanol es un compuesto versátil y sostenible con una amplia gama de usos, incluido el de ingrediente principal de bebidas alcohólicas. Adoptando las mejores prácticas, la producción de etanol puede lograrse de forma sostenible. Y empresas como Nedstar desempeñan un papel importante en este sentido. Garantizamos que nuestros productos se fabrican siguiendo las normas éticas y de sostenibilidad más estrictas, y minimizamos cualquier impacto negativo sobre el medio ambiente o las comunidades locales.

 

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