El comercio mundial se enfrenta a un nivel de volatilidad nunca visto. Los aranceles cambian de la noche a la mañana, los conflictos redibujan las rutas y las normativas reconfiguran la circulación de mercancías. Para los compradores, el verdadero reto no es sólo ir por delante, sino mantenerse al día.
En Nedstar, ese reto recae directamente sobre la mesa de Tjeerd Lekkerkerker, Director de Logística. Tranquilo y pragmático, Tjeerd dirige el equipo que mantiene la carga en movimiento incluso cuando la interrupción se convierte en la norma.
En esta conversación, Tjeerd comparte su perspectiva sobre los mayores cambios del año, cómo es en la práctica la agilidad en la logística global y por qué la resiliencia será aún más importante a medida que nos acercamos a 2026.
Los últimos años nos han demostrado que la estabilidad es la excepción, no la regla. Desde la COVID, no han dejado de producirse perturbaciones. Nuevas políticas comerciales estadounidenses, oscilaciones monetarias, la guerra de Ucrania, varios conflictos, incluidos los de Gaza y Yemen, e incluso huelgas en el norte de Europa. Para nosotros, en logística, esos titulares nunca son abstractos. Se reflejan inmediatamente en las rutas de transporte, los costes y los plazos de entrega.
Para los compradores, significa que la volatilidad es la línea de base. No se puede contar con que una ruta o un socio funcionen para siempre. Y no hay una solución única. La única respuesta es la diversificación. Más opciones, más preparación, más resistencia. Eso es lo que mantiene el flujo de mercancías cuando cambia el mapa.
Los aranceles no son sólo números en una hoja de cálculo. Mueven barcos. Un solo cambio de política puede alterar los flujos comerciales de la noche a la mañana y lo hemos visto en los últimos meses.
Los compradores deberían plantearse una sencilla pregunta: ¿cuál es mi plan de reserva? Si un puerto cierra, si los costes aumentan en un corredor, ¿qué ocurre después? En Nedstar nos ocupamos a diario de esta cuestión, tanto para productores como para clientes. La agilidad no es algo que se activa en una crisis. Es una mentalidad. Los compradores que preparan alternativas con antelación son los que evitan los mayores sobresaltos.
En Nedstar, la sostenibilidad siempre ha estado en el primer plano de la toma de decisiones. Influye en casi todas las decisiones logísticas. Las navieras están desplegando buques con combustibles más ecológicos, las terminales están cambiando a motores eléctricos y el transporte multimodal es una práctica habitual.
Las cadenas de suministro también son más transparentes. Si antes las decisiones se centraban sólo en el coste, ahora las emisiones forman parte del cálculo. Este cambio está empujando al sector hacia una logística más inteligente y responsable.
La gestión de la cadena de suministro puede ser compleja. Son muchos engranajes, y si uno falla o se ralentiza, toda la cadena se ralentiza. Los riesgos están en todas partes: desde el cumplimiento de las normas y los impuestos especiales hasta la preparación de las terminales, los camioneros se encuentran con muchos retrasos en las terminales de alta mar de Amberes y Rotterdam. Esto no añade valor, sino costes a la cadena de suministro. Los compradores suelen subestimar el grado de coordinación necesario: buques que llegan a tiempo, tanques limpios y preparados, documentación en regla.
Si falta una sola pieza, se pueden perder días. La logística es tan fuerte como su eslabón más débil. Si se descuidan los detalles, el coste es de tiempo y dinero. Dicho todo esto, también es muy divertido con nuestro entregado equipo.
Un ejemplo destacado fue cuando los aranceles en Tanzania aumentaron un 125% sin previo aviso. Los costes podrían haberse disparado para nuestros clientes, pero pudimos avisarles rápidamente, ajustar la ruta y evitar lo peor.
Otra fue la interrupción del Canal de Suez. Los buques tuvieron que desviarse por África, lo que añadió tiempo y costes. En esas situaciones, nuestro papel es actuar con rapidez y mantener informados a los clientes para que puedan tomar las decisiones correctas. La realidad es que las perturbaciones son constantes. Lo que importa es la agilidad, responder con rapidez, mantener la transparencia y asegurarse de que la carga sigue en movimiento.
Para nosotros, agilidad significa acción. Cuando los aranceles aumentaron repentinamente un diez por ciento en los contenedores de café de Nicaragua a EE.UU., los compradores que esperaron perdieron margen. Los que actuaron con rapidez y ajustaron sus cadenas de suministro se mantuvieron a la cabeza. En el etanol ocurre lo mismo. Esperar no es una opción. Se necesitan socios que puedan actuar antes de que una perturbación se convierta en una crisis.
Dos fuerzas definirán el futuro. La volatilidad y la sostenibilidad. La volatilidad, porque la política y el clima seguirán redibujando los mapas del comercio. Sostenibilidad, porque los reguladores y los clientes no transigirán más. Para los compradores, la lección está clara.Incorpore flexibilidad a sulogística. Y trabaje con socios que vean los riesgos antes de que se produzcan. Eso es lo que mantendrá en movimiento las cadenas de suministro en los próximos años.